No es bueno acomodarse, es horrible. Dejas de vivir tu vida
cada minuto, dejas de aprovechar cada segundo, te olvidas de las sorpresas , de
las incertidumbres, te estancas, y cuando quieres darte cuenta te cuesta volver
a la realidad, y sientes que has estado perdiendo el tiempo, que habrás vivido
buenos momentos pero que en definitiva
no sirven de nada porque lo único que queda de ellos son meros recuerdos. Es
así, el agua que se estanca está destinada a evaporarse, su destino nunca será
volver a fluir.
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