lunes, 4 de marzo de 2013

Eso que brilla.

Afortunada, pienso a veces, sin embargo creía querer todo lo que tengo, pero no tengo todo lo que quiero. Lo que me rasga el alma, lo que me hace vibrar, con lo que me siento viva. Eso aún sigue ausente, pero no brilla por su ausencia. Brilla en algún lugar, porque no se encuentra tan lejos, brilla porque intenta enseńarme el camino que tanto me cuesta torcer, pero al fin y al cabo brilla, luce, y toda luz es símbolo de esperanza, a la cual yo me aferro. Y para encauzar un poco mi abstracto y breve relato:

"Hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar, por mucho que te cueste pagar las facturas. Por muy mal que te miren en las reuniones de antiguos alumnos. Es mejor dedicarse toda la vida a algo que ames aunque no llegues a fin de mes, que trabajar un solo día únicamente por dinero."