lunes, 10 de diciembre de 2012

Let go







He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que te puede suceder. Abandonar o que te abandonen.
Puede resultar doloroso, pero si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo.
Sin duda evolucionar constituye una infidelidad, a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día deberíamos tener al menos una infidelidad esencial, o una traición necesaria.
Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro, una afirmación de que las cosas pueden ser no solo diferentes, si no mejores.