miércoles, 23 de marzo de 2011

Me encanta pensar que existe la posibilidad de cambiar el rumbo de mi vida, de levantarme un día y saber que si  yo quiero, hoy será diferente. Que de un día para otro puedes llegar a encontrar motivos para seguir adelante con más fuerzas que nunca, que de un minuto a otro puede surgir esa chispa que necesitas para que todo funcione de manera correcta. Esa chispa convertida y transformada en persona, que tras unas repetidas y aleatorias casualidades se planta en tu vida de manera atrevida, casi entrometida, pero curiosamente acertando de manera escandalosamente exacta con cada uno de sus actos.
Sólo entonces, recuerdas que vale la pena, que puede que haya días en los que te resulte imposible esbozar una sonrisa, pero realmente en eso consiste el reto, sonreír sólo cuando se es feliz resulta demasiado fácil. Y como dice el dicho, sonríe aunque estés triste, puesto que no sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa, y quien sabe, puede que ese día encuentres tu chispa, una persona que te provoque ese sentimiento alocado y travieso que pone tu mundo patas arriba, pero que simplemente es increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario